Los logros de régimen de Franco (9). El Plan Badajoz.





"El régimen de Franco entre los años 1952 y 1975, llevó a cabo una serie de acciones sobre el agro extremeño que supusieron un importante revulsivo para el mismo.

Consistieron fundamentalmente en dos líneas de actuación: la transformación de miles de hectáreas de tierras en regadío con la construcción de la correspondiente infraestructura de embalses, canales, acequias, tuberías, desagües y caminos. Y, paralelamente, la colonización de las superficies transformadas, que llevó aparejada por un lado la instalación de miles de nuevos pequeños empresarios agrícolas a los que se les concedió una explotación en riego y, por otro, la construcción de los poblados necesarios para su ubicación.

Para ello promulgó una ley especial, la de Colonización, Industrialización y Electrificación de la provincia de Badajoz de 27 de abril de 1952, conocida como Plan Badajoz, y declaró de interés nacional a partir de 1955 diversas actuaciones de colonización en el norte de Cáceres: el menos famoso Plan Cáceres

En el año 1939 se creó el Instituto Nacional de Colonización (INC) que sería, a la postre, una herramienta fundamental para que el régimen de Franco pudiese llevar a cabo una política de riego y colonización, la cual se plasmaría en un buen número de realizaciones concretas a lo largo y ancho de España. El mismo año se promulga la ley de Colonización de Grandes Zonas, que tuvo escaso éxito y que fue sustituida en 1949 por la ley de Grandes Zonas Regables, actualmente en vigor por estar subsumida en el texto refundido de la ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 1973.

Esta ley, en la mayor parte de las disposiciones relativas a la transformación en regadío y la colonización, todavía no ha sido derogada.

La ley de Grandes Zonas Regables junto a una mayor disponibilidad presupuestaria para la implantación de nuevos regadíos y para la colonización de las zonas regables estatales declaradas de interés nacional, hicieron posible la iniciación de las principales transformaciones en riego acaecidas en Extremadura, las cuales tuvieron inicio en los años 50 y continuaron en las décadas de los años 60 y parte de la de los años 70 del siglo pasado".









https://www.rtve.es/alacarta/videos/revista-imagenes/nueva-conquista-plan-badajoz/2870056/


"EL PLAN BADAJOZ. EL PLAN CÁCERES 

"Aunque con anterioridad ya se habían declarado de interés nacional las zonas regables de Montijo y Zújar, es el 27 de abril de 1952 cuando se promulga la ley del Plan de Colonización, Industrialización y Electrificación de la provincia de Badajoz más conocida como Plan Badajoz. 

Las actuaciones consecuencia de la ley se plantean como si consistieran en una “redención” de las vegas extremeñas del Guadiana y de la provincia pacense. En realidad, se trataba de un acto de estricta justicia con una región abandonada secularmente del poder central, sumida en una gran pobreza material, intelectual y cultural, con una importante superpoblación agraria..."

"Tras la promulgación de la Ley, se acometen con un fuerte impulso las actuaciones del Plan Badajoz, que en honor a la verdad, ha de decirse que fue un plan ambicioso y, sin duda, una de las estrellas de los planes franquistas de la época. Piénsese en lo que eran, por entonces, las tierras de las vegas del Guadiana extremeño y las de sus afluentes principales, en manos de terratenientes, la mayor parte de ellos absentistas, con aprovechamientos extensivos de pastos y cultivos de secano; el resultado era que había miles de jornaleros al borde de la hambruna. La administración franquista trata de colocar a bastantes de ellos en los nuevos regadíos del Plan. El fin perseguido era dotar de una economía de subsistencia a una parte de las numerosas familias de braceros y jornaleros que residían en la provincia y en el resto de Extremadura. 

Con similares criterios, a partir de 1955, se declaran de interés nacional una serie de actuaciones de puesta en riego y colonización en el norte de la provincia cacereña, que se conocieron como Plan Cáceres, aunque esta denominación no alcanzase la misma fama y persistencia en el tiempo que la de su coetáneo, el Plan Badajoz. Las declaraciones afectan a las grandes zonas regables del Rosarito, Borbollón y Gabriel y Galán cuyos recursos hidráulicos se regularán en afluentes del Tajo y no en el río principal y también a otras zonas de menor entidad superficial como las de Matón de los Íñigos (ejecutada al amparo de la ley de Colonización de Grandes Fincas) y la zona regable del río Salor situada en las proximidades de la ciudad de Cáceres".

"Las leyes vigentes autorizan la ejecución de las infraestructuras hidráulicas y de las viarias necesarias para las zonas regables, así como la de las obras de construcción de los pueblos en los que residirían los regantes. De igual modo permiten llevar a cabo las expropiaciones de las tierras precisas para ubicar las obras y para constituir las nuevas explotaciones agrarias de los colonos seleccionados".

"Hay que subrayar el hecho de que es la primera vez que se expropian tierras a los grandes propietarios, unas 60.000 ha; aproximadamente un tercio de las tierras transformadas en riego en Extremadura3 . Hasta entonces nadie se había atrevido a hacerlo de ese modo; eso sí, a los terratenientes se les compensaba con el justiprecio de las tierras de secano y se les otorgaban subvenciones para una parte de las inversiones que conllevaban las obras de transformación. Todo ello les generaba unas importantes plusvalías, pero como contrapartida se les obligaba a cultivar sus tierras en regadío, con amenaza de expropiación de aquellas tierras en reserva que no se cultivasen en riego. Este hecho contribuyó a la generación de nuevos puestos de trabajo en las explotaciones de las tierras no expropiadas. Algunos detractores de los planes argumentan que los reservistas se quedaron con las mejores tierras, pero esto es verdad sólo parcialmente; hay bastantes parcelas de colonos que están ubicadas en tierras de excelente calidad edáfica, otras no tanto.

La colonización prevista, con la puesta en riego de unas 120.000 ha en el Plan Badajoz, incluyendo unas 12.000 ha en el sur de la provincia de Cáceres, más otras 60.000 ha en el norte de esta provincia, no pudo evitar, porque era imposible, la fuerte emigración campesina desde Extremadura a las zonas industriales del resto de España y de Europa acontecida a lo largo de la década de los años 60 del siglo anterior. Pero al menos consiguió fijar a un buen número de colonos, más de 10.000, en las zonas regables y atraer nueva población ya que, además, el regadío fue generando jornales y nuevos puestos de trabajo directos en las tierras en reserva (cultivos de algodón, tabaco, algunos frutales y otros) e indirectos en talleres, almacenes, y otras actividades conexas con el regadío, con lo cual se consiguió evitar un mayor despoblamiento de la región. 

Los núcleos poblacionales situados en las áreas regadas: en las Vegas del Guadiana (D. Benito - Villanueva de la Serena – Mérida – Montijo – Badajoz) y en el norte de Cáceres (Talayuela – Navalmoral de la Mata – Plasencia – Coria – Moraleja) se convirtieron en focos de atracción de población y acogen hoy alrededor del 40 % de los habitantes de Extremadura, siendo las áreas con mayor renta de la Comunidad Autónoma.

Para dotar de albergue a los colonos y obreros agrícolas se construyeron 60 poblados, proyectados en casi todos los casos con un gran acierto arquitectónico y de adaptación al medio natural y alguno de ellos, como es el caso de Vegaviana en la zona regable del Borbollón, obra del eminente arquitecto José Luís Fernández del Amo, fue premiado en exposiciones internacionales de arquitectura rural. La colonización de las tierras transformadas, implicó la ubicación en las áreas regadas de más de 12.000 familias de colonos y obreros agrícolas que trabajarían en las nuevas tierras de regadío."


"LAS INFRAESTRUCTURAS EN LOS PLANES COLONIZADORES 

En los cuadros que se insertan seguidamente se recogen las principales infraestructuras llevadas a cabo en el marco de los planes colonizadores extremeños, distinguiendo aquellas de tipo hidráulico de las de tipo agrario.








Este conjunto de embalses, además de cumplir su misión principal de almacenamiento y regulación de recursos hídricos para los diferentes usos, principalmente para el regadío, han desempeñado una importante función en la laminación de avenidas. En los ríos sin regular se producían con frecuencia importantes inundaciones en las épocas lluviosas. Así, las gentes del lugar recuerdan episodios de avenidas del río Guadiana en los que las aguas se extendían entre la carretera N – V y las inmediaciones de Montijo.








Como puede deducirse del cuadro 2 anterior, en un período relativamente corto, (23 años), se transformaron en regadío más de 174.000 ha, lo cual demuestra la intensidad con que se llevó a cabo el proceso y el ingente trabajo de los equipos técnicos de la administración, así como de los trabajadores y empresas participantes. 

En los cuadros siguientes se detalla aún más la infraestructura hidráulica construida.









Del contenido de los cuadros 3 y 4 puede deducirse el importante número y dimensión de las infraestructuras hidráulicas llevadas a cabo durante el proceso colonizador con el fin de transformar en regadío las zonas decretadas".

"Junto a las obras hidráulicas se lleva a cabo una acción de redistribución de la propiedad, dotando a los colonos instalados en las tierras en exceso de una parcela de riego, la que se completa con la concesión de una vivienda y de diverso capital para la explotación (yunta de bueyes o mulas, vacas de leche, aperos)."






En el cuadro 7 que antecede queda reflejada la importante labor de asentamiento de personas en las nuevas zonas regables: más de 10.000 colonos y otros 2.000 obreros agrícolas que fueron ubicados en 60 poblados en los que se construyeron casi 10.000 viviendas nuevas.








 En las declaraciones de interés nacional de las zonas de colonización, se determinaban y describían los límites de un perímetro global en el que se preveía la realización de las diferentes actuaciones. En la mayor parte de este perímetro las tierras se transformaban en riego, pero de la superficie de tierras no aptas para el riego por diferentes causas (no dominadas, pendiente excesiva, mala calidad del suelo) una buena parte de ellas se destinaba a la repoblación forestal (cuadro 8) con un triple objetivo: 

a. Conseguir una producción maderera cuyo valor económico no era desdeñable. 

b. Reducir la erosión en las cuencas hidrográficas que aportaban agua a los embalses construidos, disminuyendo de este modo el arrastre de sedimentos y por tanto reduciendo las posibilidades de aterramiento de aquéllos. 

c. Proteger y adecuar las riberas de los cursos de agua y desagües principales que atravesaban las zonas regables".




"AGRICULTURA DE REGADÍO: NUEVOS CULTIVOS, NUEVAS TÉCNICAS 





Con la puesta en regadío se experimenta un cambio radical en la gama de cultivos que ocupaban, por entonces, el paisaje de las tierras a transformar. De los cereales de invierno (trigo, cebada o centeno), los pastos y el encinar, junto a algo de viñedo y olivar, que eran los aprovechamientos más comunes en la mayor parte de las tierras de secano, se pasa al cultivo de nuevas especies en el regadío: cereales de verano (maíz principalmente, arroz y sorgo); cultivos industriales (algodón, tabaco, remolacha); algún frutal (en una primera fase frutales de pepita, peral principalmente, que posteriormente son sustituidos por frutales de hueso: melocotonero, nectarina y ciruelo); hortícolas diversos (tomate y pimiento y posteriormente melón, sandía y algo de espárrago), hasta llegar a la implantación en extensas superficies del cultivo de tomate para transformación industrial, que hoy día constituye uno de los principales cultivos del regadío extremeño, base de una potente industria agroalimentaria asociada.


Los nuevos colonos y también el resto de empresarios agrícolas de los nuevos regadíos, se vieron en la imperiosa necesidad de aprender las nuevas técnicas agronómicas inherentes a estos nuevos cultivos: métodos de siembra, laboreo, poda, fertilización y tratamientos fitosanitarios así como técnicas de recolección entre otras. 

 De igual modo hubieron de asimilar las nuevas técnicas de riego, tanto en métodos de irrigación por gravedad: inundación, surcos, nivelaciones, como de aspersión: marcos, dosis de riego y pluviometría de los aspersores, tiempos de postura, cambios de posiciones y, más tarde, las de riego localizado: marcos, filtrado y fertirrigación. Este último método de riego tiene en la actualidad una creciente implantación en los regadíos extremeños. 

En este sentido es preciso subrayar el gran esfuerzo realizado por los empresarios agrícolas de las nuevas zonas transformadas para adquirir y desarrollar las nuevas técnicas de riego y culturales imprescindibles para llevar a cabo una adecuada gestión de sus explotaciones. Ha de ponerse también de relieve la importante participación que tuvieron en este aprendizaje los técnicos del INC y del IRYDA y también los del Servicio de Extensión Agraria (SEA). Todos ellos desde las oficinas instaladas en las zonas regables realizaron una encomiable labor, que por un principio de justicia ha de ser reconocida".











"LUCES

El mayor éxito de los planes colonizadores se encuentra en la puesta en riego de más de 174.000 ha en un período relativamente corto: 23 años. Esto supone una velocidad de transformación media de 7.500 ha.año-1, valor que nunca se alcanzaría posteriormente. Esta transformación cambió la faz del campo extremeño: su paisaje, sus gentes y su economía, creando una buena cantidad de puestos de trabajo. 

La actuación anterior supuso la expropiación a los anteriores propietarios de 60.000 ha, la tercera parte de la superficie transformada lo que representó una notable acción de reforma agraria, nunca vista hasta entonces. 

La instalación de 10.000 colonos y de 2.000 obreros agrícolas junto al incremento de empleo y actividad que se produjo en las tierras en reserva, consiguió que la emigración que se produjo en Extremadura entre 1958 y la muerte de Franco se redujese sensiblemente, pues de lo contrario hubiese sido una sangría aún mayor para la región. 

Los ejes transformados que acogieron la puesta en riego: Vegas del Guadiana (Don Benito, Villanueva de la Serena, Mérida, Montijo y Badajoz) y las zonas nortecacereñas (Talayuela, Plasencia, Coria, Moraleja) se convirtieron en las áreas con más desarrollo de la región y con mayor renta".








"CONCLUSIONES 

Las actuaciones de colonización de grandes zonas que representaron los planes de Badajoz y Cáceres, acometidos durante el mandato franquista, estaban diseñadas, al menos en lo que respecta a las obras hidráulicas, medio siglo antes. En el Plan Gasset (1902) ya están definidas muchas de las obras hidráulicas que fueron la base de la transformación en riego y del posterior proceso colonizador. 

Con estos ambiciosos planes, que comprendían las primeras grandes transformaciones en regadío que se acometieron por el Estado en toda la historia de Extremadura, se consiguió la puesta en riego de más de 174.000 ha en el período comprendido entre 1952, año de la promulgación de la ley del Plan Badajoz y 1975, fecha de la muerte del general Franco, en la que pueden considerarse estos planes finalizados. A la importante labor de irrigación llevada a cabo ha de añadirse la de colonización, que llevó consigo la construcción de 60 nuevos pueblos y la instalación en sus explotaciones de riego de unos 12.000 colonos y obreros con sus familias. 

A pesar de que las realizaciones de estos planes no consiguieron un despegue económico definitivo para las zonas transformadas, tal vez debido a que la industrialización agroalimentaria no estuvo involucrada a fondo desde el principio en el proceso, sí resultaron ser la base que propició un importante desarrollo posterior de estas áreas. Por esa razón, son hoy día los territorios más pujantes y con más posibilidades de futuro de Extremadura y en los que reside una gran parte de la población de la Comunidad Autónoma. 

No hay que perder de vista que, hoy día, los regadíos de Extremadura, ocupando solamente el 6 % de la superficie regional, aportan más del 30 % del PIB de la agricultura y el 60 % del PIB de la rama agrícola. Y esto es mérito de quienes dedican su vida a los regadíos y a transformar el agua en alimentos y riqueza, consiguiendo además que, durante el estío, el color verde sea ornato de una parte del paisaje de Extremadura, una región que, en esa estación y sin el riego, es árida, parda y seca".


https://www.unex.es/conoce-la-uex/centros/eia/archivos/iag/2015/2015-13-el-proceso-de-colonizacion-en-extremadura.pdf





Y como suele pasar, si en el régimen de Franco había algo bueno hay quien le busca un aspecto negativo ó desmérito, como en esta publicación de la Junta de Extremadura, aunque querer convencer a una masa social desafecta mejorando su nivel de vida no sea muestra de autoritarismo. Hablaremos de ello más adelante, pero Franco tuvo más popularidad en su época de lo que hoy algunos quieren hacernos creer, aunque naturalmente también había críticos;




Pero el Plan Badajoz junto a la creación de 300 pueblos nuevos repartidos por la geografía española para alojar a quienes aún vivían en chozos. 

Los pantanos.

La seguridad social, la construcción de los grandes hospitales de la red pública; La Paz, 12 de Octubre, Ramón y Cajal, Vall d'Hebron, La Fe, Miguel Servet.... Reducir la mortalidad infantil. En 1975 teníamos una de las esperanza de vida más alta. 

Una regulación laboral, las pagas extraordinarias. 

Más de 4 millones de viviendas de protección oficial. 

El desarrollo de la industria. Las empresas nacionales de automoción SEAT y Pegaso, estaban enfocadas a facilitar automóviles asequibles para la época y vehículos de trabajo, camiones y autobuses, tras el breve experimento de un coche deportivo. 

La erradicación del analfabetismo en los niños. Las universidades laborales. Las universidades públicas..., etc.

¿No es posible pensar que en el régimen de Franco había preocupación por mejorar en general el bienestar de los españoles?.



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